sábado, 2 de julio de 2011

CRONICA - LA JIRAFA DEL CONDOR


FERNANDO ESPAÑA



A Antonio Ibáñez,
El caballero de la noche,
hombre de la radio,
quién me enseño
con su amistad, sabiduría
y trabajo,
que la música, la radio musical y la vida
eran más que coleccionar, poner y presentar
discos.

La Jirafa Roja era una discoteca ubicada en el segundo piso de una casa edificada en la calle 23, contigua al desaparecido teatro Mogador y frente a la otrora salsoteca El Escondite, contando cien pasos arriba de la Carrera Séptima, la vía histórica más importante de Colombia, incluso por el buen número de años durante los cuales fue paso obligado de la Vuelta a Colombia en bicicleta, el certamen deportivo que hasta la década de los setentas era el más destacado de un país con miles de cosas por sorprendernos, superando con creces al campeonato nacional de futbol profesional.

La Jirafa fue gestada en pleno auge de la salsa, cuando en Nueva York Jerry Massuci y Johnny Pacheco controlaban el mercado discográfico, material fonográfico que a Bogotá importaban clandestinamente los comerciantes cundí boyacenses, desde Caracas, en los compartimentos de los buses intermunicipales de Copetrán y Berlinas del Fonce, remontando las carreteras de los departamentos de Norte de Santander, Santander, Boyacá y Cundinamarca, rutas por donde también “los escarabajos colombianos” levantarían su leyenda ciclística alimentada por las narraciones estrambóticas de los locutores deportivos emulos del costarricense Carlos Arturo Rueda C., el gestor de las transmisiones deportivas en Colombia.

Aún no se sabe por que una discoteca de salsa, en una nación salsera donde sus espacios salseros se bautizan con nombres extractados de la geografía o de la discografía cubano – puertorriqueña fuera nombrada así. Es posible que su titulo sea una alusión irónica de La Pantera Rosa, el personaje animado de la serie de televisión que estaba de moda, cuando los aparatos a color eran artefactos de lujo, electrodomésticos costosos y por comercialización popular a crédito, cuando los narradores de ciclismo continuaban describiendo la accidentada topografía colombiana como ruda, agreste y montañosa, en comparación con las exóticas, paradisíacas y placenteras estancias insulares caribeñas, nutridas por las letras e imágenes plasmadas en los audio y carátulas salseras.

Tampoco era grande, lujosa y comparable con el Palladium Ballroom en Nueva York, ni con Keops Club, el centro de entretenimiento nocturno que en el norte bogotano combinaría la música "envasada" de Donna Summers, Gloria Gaynor, James Brown, Barry White, The Bee Gees, Los Jackson Five, Kool and The Gang, Earth, Wind And Fire y otros como los herederos del sonido Motown, con las presentaciones en vivo de estrellas de la salsa y el latín jazz como Mongo Santamaría, quienes además alternaban sus actuaciones con salidas en programas de televisión como Espectaculares JES, musical orientado por los hermanos Sánchez Cristo, integrantes de una cultura hedonista elite en Colombia, distante a la banda sonora que motivaba las populares y montunas rondas ciclísticas.             

La Jirafa entraría a la historia (bueno, la salsera) gracias a la fuerza de venta que significaba Miguel Granados Arjona, quién con su voz antillana digna de animador de juegos de béisbol o peleas de boxeo posicionaba masivamente la salsa setentera en la andina capital colombiana, más interesada en los logros de los ciclistas cundinamarqueses que en las estrellas que pudieran acumular en sus escudos sus equipos de balompié, Millonarios o Santa Fe. Los socios de la céntrica salsoteca, sabedores del alcance promocional de la radio e interés en el retorno y rentabilidad de la inversión, consideraron pertinente y oportuno pautar en el programa salsero animado por el “Viejo Mike”, que más tarde que temprano se llamaría “El Show de la Jirafa Roja”, extraño nombre en Colombia tanto para un programa de radio como para un sitio de baile salsa. Sin proponérselo, sin proyectarlo, con su aporte ingresaban su establecimiento festivo en la historia (capitalina salsera).

Para entonces, las audiencias bogotanas, y por supuesto, los salseros en la capital, agendaban una cita horaria en el mediodía de los domingos para escuchar la programación musical del locutor barranquillero responsable de la penetración de la salsa en Bogotá, así como también lo había sido de las músicas cubanas, costeñas y del vallenato con su programa “El Rincón Costeño”, emitido (también) por el Circuito Todelar, que contaba entre sus narradores y comentaristas deportivos, con Jaime Ortiz Alvear, un caleño especializado en futbol, atletismo y ciclismo, quién posteriormente crearía “Salsa con Estilo”, principal impulsador de la salsa balada, cuando ya integraba Caracol Radio, cadena que luego obtendrìa los servicios de Granados Arjona en los contados meses que intentó el liderazgo salsero con la gestación de Bienvenida Estéreo bajo la iniciativa de Hernán Peláez Restrepo, un caleño matanceromano posicionado como el comentarista más respetado del futbol colombiano y asistente habitual de las casetas de la avenida 19 y del “Orines Hilton”, cafetín contiguo a las instalaciones de Caracol Radio en la misma 19 frecuentemente  visitado por músicos criollos cuando aún la fama y el dinero no los había atropellado, como en los casos de Jairo Varela y Alexis Lozano. 

Los socios de la Jirafa Roja, no solamente contribuían con el mecenazgo de su “Show” sino con discos salseros de facturación venezolana o estadounidense que los Cardona, los Vargas, los Álvarez, los Martínez, Toño Abbey Road y Rodolfo Lozano (ciclista vendedor de discos) les suministraban para mantener actualizada tanto a su clientela como a la audiencia de su programa en Todelar, tal como lo hacía el personal de deportes de las cadenas de radiodifusión que animaría los programas salseros que irrumpirían en las noches de los sábados, enlazando las emisoras básicas establecidas en las capitales colombianas, en los que informaban cuales temas salseros componían los listados calientes, sin faltar los saludos "engrasados" a Pepo, accionista de los Escondites, miembro auxiliar de los equipos de ciclismo y quién le ponía salsa a las Vueltas a Colombia, a los Clásicos RCN y a cuanta clásica regional existente.

Las relaciones entre la salsa y las gentes del deporte no eran nuevas, existían desde cuando Senén Mosquera, arquero de Millonarios y la Selección Colombia, y Hernando “El Mono” Tovar, volante del Santa Fe y mundialista en Chile 62, fundaron Mozambique y La Gran Gaité respectivamente, salsotecas asistidas por futbolistas profesionales, personal de las programas deportivos y algún ciclista colado, como aquel campeón que terminaría siendo socio de La Jirafa Roja, en los años del antagonismo regional entre los ciclistas antioqueños comandados por el Bicampeón mundial Martín Emilio “Cochise” Rodríguez y los equilibristas en bielas cundinamarqueses liderados por Álvaro Pachón Morales, balanza que temporalmente se inclinaría a favor de los representantes del altiplano cundí boyacense, cuando también el futbol acrecentaban sus acciones en la opinión pública y Caracol Radio y RCN Radio comenzaban a superar en influencia y audiencias al Circuito Todelar, rezagándose por desestimar la industria de la televisión, lenguaje mediático que posicionado emplazaría parcialmente en las ciudades a la hiperbólica animación de los narradores de ciclismo, aportantes fundamentales en la construcción de un imaginario nacional.

Un imaginario recreado por la radio colombiana, con un multicolor y diverso panteón criollo, en el que confluyen Celia Cruz, Héctor Lavoe, Andy Montañez, Jerry Massuci, Johnny Pacheco, Mongo Santamaría, los músicos afroestadounidenses del soul, el funk y el disco, Carlos Arturo Rueda C., Antonio Ibáñez, Miguel Granados Arjona, Jaime Ortiz Alvear, Hernán Peláez Restrepo, Los Sánchez Cristo, los vendedores de discos de la 19, Pepo, Senén Mosquera, Hernando “El Mono” Tovar, El Gran Martín Emilio “Cochise” Rodríguez, y un insospechado Álvaro Pachón Morales, el cóndor cundinamarqués, el rival de “Cochise”, el campeón vencedor de una (*) Vuelta a Colombia, un clásico RCN, tres vueltas al Táchira, dos vueltas a México, eterno habitante del barrio Santa Isabel, profesional universitario, torpe bailarín de salsa enamoradizo y sorprendente soporte gestante de la Jirafa Roja.


Fuente:


Agradecimiento  a Olga Combita, quién con su dato, maravilloso descubrimiento, posibilitó atar significativos cabos sueltos.             



2 comentarios:

  1. Còmo ser salvo

    Cordial saludo:

    Mi nombre es Humberto García, me identifico como cristiano evangèlico y le envìo este correo (desde Colombia) con el propòsito de presentarle los pasos a seguir (el plan de salvaciòn) para recibir a Jesucristo como Señor y Salvador:

    La Biblia dice:


    “Justificados, pues, por la fè, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1) (Versiòn Reina-Valera)*

    “Porque de tal manera amò Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigènito, para que todo aquel que en èl cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 3:16)

    Nuestro Problema:
    Separaciòn

    La Biblia dice:


    “Todos pecaron y estàn destituìdos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23)

    “La paga del pecado es muerte, mas la dàdiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesùs Señor nuestro”. (Romanos 6:23)

    La respuesta de Dios:
    Jesucristo

    La Biblia dice:


    “Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (I Timoteo 2:5)

    “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aùn pecadores, Cristo muriò por nosotros” (Romanos 5:8)

    Nuestra respuesta:
    Recibir a Cristo

    La Biblia dice:


    “He aquì, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrarè a èl, y cenarè con èl, y el conmigo” (Apocalipsis 3:20)

    6 —Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí., Juan 14:6, Nueva Versión Internacional (NVI)

    12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12)

    Còmo empezar su vida con Cristo:

    1) Admita su condiciòn de pecador

    2) Decida alejarse de sus pecados (arrepièntase)

    3) Crea que Jesucristo muriò en la cruz por usted, y que resucitò de la tumba.

    4) Por medio de una oraciòn invìtele a entrar en su vida y a tomar el control de ella por medio del Espìritu Santo. ( Recìbale como Señor Y Salvador)

    Confesar a Cristo

    La Biblia dice:

    “Si confesares con tu boca que Jesùs es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le resucitò de entre los muertos, seràs salvo.
    Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvaciòn” (Romanos 10:9,10)

    Haga esta oraciòn (de manera audible):

    Señor Jesucristo.
    Creo que tù moriste por mis pecados en la cruz del calvario.
    Creo en mi corazón que Dios te resucitò de entre los muertos por mi salvaciòn. Ahora mismo te invito a que vengas a mi vida. Quiero confiar en tì y seguirte como Señor y Salvador. En el nombre de Jesùs, Amèn

    La Seguridad que Dios da: Su Palabra

    Si usted elevò esta oraciòn,

    La Biblia dice:

    “Todo aquel que invocare el nombre del Señor, serà salvo” ( Romanos 10:13)

    “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les diò potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12)

    8 Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se *jacte. Efesios 2:8-9 (Nueva Versión Internacional).

    De ahora en adelante:

    1. Lea su Biblia (o Nuevo Testamento) cada día, para conocer mejor a Cristo.
    2. Ore diariamente
    3. Dependa del Espíritu Santo
    4. Asista a la Iglesia Cristiana
    5. Hable a otros de Cristo

    Hermano Humberto

    ResponderEliminar
  2. El inolvidable 'Show de la Jirafa Roja' que desde los 70's abrió de par en par las puertas a los ritmos afrocaribeños en el altiplano Cundiboyacense y se expande por el continente...

    ResponderEliminar