domingo, 12 de febrero de 2012

CHAO, GABRIEL


Miguel Camacho Castaño
Músico, crítico y realizador radiofónico
Semana, HJCK y Javeriana Estéreo
Bogotá, Colombia

Parecería sencillo alimentar el perfil de un hombre como Gabriel Rondón, que dejó en la memoria de su público la imagen inconfundible del guitarrista de sombrero que, casi siempre silencioso, se sentó frente a su atril para que la elocuencia brotara de las cuerdas de su guitarra.

“Si tú supieras mi sufrimiento,
si te contara la pena tan grande
que llevo tan dentro…”

Parecería sencillo alimentar el perfil de un hombre como Gabriel Rondón, que dejó en la memoria de su público la imagen inconfundible del guitarrista de sombrero que, casi siempre silencioso, se sentó frente a su atril para que la elocuencia brotara de las cuerdas de su guitarra.

Contraria a la idea de que se pudiera tratar de un ser taciturno y tímido, recuerdo a Gabriel con la capacidad generosa de abrirle los brazos a la amistad, no sabré nunca si alguna vez se arrepintió de ello, pero la verdad es que sobre este hombre, que sus más cercanos colegas llamaron cariñosamente “el viejo”, jamás oí un comentario negativo. Mereció con Joe Madrid, con Armando Manrique, con Javier Aguilera y seguramente con unos pocos más la patria potestad del jazz en Bogotá, asunto que refuerza el carácter cosmopolita de su personalidad musical, comoquiera que había nacido en Medellín, se sentía barranquillero y moldeó su talento en los escenarios y las calles de esa misma California que vio nacer a Cal Tjader y a Dave Brubeck; caminó de la mano de Benny Velarde y Francisco Aguabella y estaba ahí cuando Carlos y Jorge Santana tañían sus guitarras para la creación del rock latino que hizo su erupción definitiva en Woodstock y que, como su padre directo, el rock and roll, llegó también para quedarse.

Trajo Gabriel a Colombia un precioso exceso de equipaje musical que alcanzó para la formación de su propia generación de músicos y de todas las que siguieron hasta hoy. Trato de hacer memoria buscando siquiera uno solo de los músicos colombianos de jazz que no haya tocado… o hablado, o consultado a Gabriel Rondón, y la verdad es que no aparece; algunos de los que he conocido recientemente, como Andrés Correa, tienen su propia historia con él, su recuerdo, su respuesta, su referencia directa.

Me remonto a “Doña Bárbara” y se me nubla la mirada con la nostalgia húmeda que produce recordarlo con los ojos cerrados, con el tronco hacia atrás y con una prodigiosa digitación coordinada con el scat aprendido de Armstrong, que probaba con creces a la audiencia que lo que hacía George Benson en Norteamérica no era un milagro

En “La Pola”, junto con su hermano; con Gabriel Cuéllar, y con Jaime Córdoba, compañero de lides musicales y empresariales, se gozó un repertorio latino que para muchos de nosotros encontraba su clímax en la versión que arregló del bolero “Si te contara”, el mismo que ha volado para fortuna del repertorio latinoamericano en las alas de los más talentosos.

Al Teatro Colsubsidio llegó con un proyecto progresivo y arriesgado que nombró “Bitches Brew” en homenaje a Miles; fue un gran concierto al lado del pianista norteamericano Douglas Mapp, hoy catedrático de Morgan University y quien acaso aún no se haya enterado de la inmortalidad del amigo.

Fue el referente fundamental de Pacheco en la edición original del programa Compre la Orquesta cuando le encajó el apodo del “sombrerón” a su arreglista de cabecera, quien había independizado el papel de los instrumentos para la realización eficaz del concurso.

Tuve la suerte y la fortuna de presentarlo en la sala Los Acevedo del Museo de Arte Moderno (tal vez nuestra primera aproximación directa) y luego en el Teatro Libre de Bogotá dirigiendo la Big Band como el más autorizado frente a, más que sus colegas, sus amigos en el jazz y además en homenaje al verdadero catedrático del género en Colombia, el doctor Roberto Rodríguez Silva.

Compartimos muchos su alegría cuando pudo hacer realidad el proyecto “Orekagua” que, quién lo creyera, se iba a convertir en su canto de cisne y que, como tal, lo retrata en la plenitud de un talento suficiente para el dominio de las distintas músicas de Colombia.

Es prácticamente imposible tratar de independizar los recuerdos; su ejercicio musical en el escenario se va agolpando en la memoria y va siendo reemplazado por uno más reciente… por uno más antiguo… por la imagen y el sonido de un solo inolvidable, incluso por la fotografía mental de la expresión de su rostro en el cuidado meticuloso con que acompañaba cada una de sus notas.

A pesar de haber contado con su presencia y su talento haciendo parte del grupo dirigido por Carlos Zagarra en una de las sesiones de la Fundación Santillana, voy a quedarme con ese atardecer del año 2005 cuando a solas sobre el escenario, con María Rivas, inauguró una noche histórica en la interpretación inolvidable del Summertime de Gershwin.

Chao Gabriel… no quiero decirlo de otra forma.



Enlace a



Gabriel Rondón



Fuente:

Revista Semana
Edición Digital
Blog de Miguel Camacho Castaño
Publicado viernes 10 de febrero de 2012
Bogotá, Colombia


domingo, 29 de enero de 2012

ANALISIS - Y, ¿LA SALSA BOGOTANA QUE?




Jaime Rodríguez
Músico, fundador y director La Conmoción
Programador Javeriana Estéreo
Miembro Salsa Global
Bogotá, Colombia

Corría la segunda mitad del año 2006 y en Bogotá ocurrió un hecho poco usual dentro de la escena salsera capitalina, cerca de una docena de orquestas locales se presentaron en el teatro de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño durante varios domingos, en algo que se denominó “Las galas salseras” y que lograron convocar a un buen número de público fuera de los bares, el natural escenario de esta música.

Por aquellos tiempos también empezaron a aparecer en diversos medios escritos, artículos en los que se hacía mención al fenomeno de las orquestas bogotanas, llegando algunos a afirmar que Bogotá se estaba convirtiendo en la nueva capital salsera, despojando de este título a Cali. Esto debido a que en “La Sucursal del cielo”, no parecían surgir nuevas propuestas musicales, distintas a Niche, Guayacán y Son de Cali- paradójicamente las dos primeras, nacidas en Bogotá.

Todo este revuelo tuvo su punta de lanza en la indiscutible consolidación de La 33 en el escenario salsero mundial, ya que esta orquesta nacida en las entrañas mismas del muy cachaco barrio Teusaquillo, alcanzó un éxito inusitado tras su primera grabación y logró salir del escenario de los bares capitalinos a las tarimas internacionales, convirtiéndose en todo un fenómeno tanto por su estilo musical, como en la forma en que fue consolidándose a nivel empresarial.

A estos hechos habría que añadir además la aparición de los blogs salseros, que por aquel tiempo surgieron sin un fin lucrativo, sino por el simple gusto de sus creadores, por difundir esto que estaba sucediendo y que para muchos salómanos era ya algo digno de narrarse. Cada fin de semana en Bogotá se presentaban en muy diversos escenarios,  algunas de las orquestas locales como la Real Charanga, Conmoción Orquesta, Salsamonte o el Sexteto Latino Moderno y en estas páginas se reseñaban estas presentaciones, se hablaba de los bares dedicados a la salsa y por supuesto también se hacía referencia al mundo de los bailarines. La radio también se involucró y además de las emisoras culturales, que históricamente han sido el único canal de fácil acceso para la música independiente, emisoras comerciales incluyeron dentro de su programación, algunos temas de esta joven salsa capitalina.







Todo el revuelo anterior tenía una motivación central, que es además la motivación de este escrito  y es el asunto de las orquestas bogotanas. Indudablemente la capital colombiana desde tiempos pasados había generado agrupaciones salseras, aparte de las ya mencionadas Niche y Guayacán. Recordamos a otras de menos renombre pero que lograron dejar huella como Washington y sus Latinos, Grupo Changó, Camagüey y Mamboré, casi todas lideradas e integradas por músicos provenientes de diversos rincones del país. Pero es a partir de la primera década del siglo XXI cuando  agrupaciones en las que los protagonistas son en su mayoria músicos bogotanos empiezan a irrumpir a en el ambiente.

Una primera oleada de agrupaciones fue integrada  entre otras por La 33, La Real Charanga, Conmoción Orquesta, La Banda y Calambuco, luego vino una segunda generación dentro de las que podríamos mencionar a Kimbawe, Salsamonte, La Bronx, y el Sexteto Latino Moderno. Hay que tener en cuenta también a orquestas como Yorubá y Kongas, que habían surgido en los 90 y que fue hasta la nueva década cuando iniciaron su carrera discográfica y a La Mambo Big Band y Palo pa’ Rumba, lideradas por músicos experimentados pero nacidas durante la primera década del siglo XXI.

Algunas de estas agrupaciones hicieron presencia en la mismísima “Capital Mundial de la salsa” y fue en junio de 2006 en el marco del Festival Salsa y Verano, cuando actuaron en Cali en un lapso de apenas 2 días la Bronx, la Real Charanga, la Conmoción y La 33, un hecho sin precendentes en la historia de la salsa capitalina y que parecía augurar un futuro enorme para las agrupaciones del altiplano. Artículos de prensa y páginas web daban cuenta de lo que parecía crecer día a día y muchos estudiantes universitarios dedicaron monografías, tesis e investigaciones a tratar de analizar el “Fenómeno de la salsa bogotana”. Así mismo además de Las giras mundiales de La 33, hubo incursiones internacionales por parte de Calambuco, Conmoción y el Sexteto Latino Moderno.







Desafortunadamente hoy mas de 5 años después, el panorama ha cambiado sustancialmente, son cada vez menos las producciones discográficas que se publican en Bogotá por parte de las orquestas salseras y aunque de 2004 para acá han aparecido casi 20 álbumes, en el año que acaba de cerrarse solamente se tuvo noticia del debur discográfico de Azul Trabuco. Por otra parte la presencia de orquestas bogotanas en escenarios de otras ciudades se redujo considerablemente y es solamente La 33 la que mantiene una constante actividad tanto dentro como fuera del pais. Habría que mencionar dentro de lo destacable de 2011, la presencia de la Conmoción en la ciudad brasileña de Niteroi como algo histórico, ya que es la primera orquesta de Bogotá que actua en el Brasil.

Paradójicamente cada vez aparecen nuevas orquestas y hoy en día podemos hablar de una nueva generación de agrupaciones bogotanas dentro de las que podemos mencionar a La Charanga Cósmica, Enclave Latino, La Q’ Manda, En Clave 80, Coco Blue, Ekuajey y Barakutanga. Ya varias de ellas han grabado sencillos y se mantienen en actividad de una forma relativamente constante en los sitios nocturnos, pero esto no ha impedido que día tras día la salsa hecha en la capital haya dejado de ser noticia, que cada vez sean menos los espacios para interpretarla, que en las emisoras comerciales ya no suene, que iniciativas como los “Jueves de salsa en vivo”, propuestos en diversos momentos por diversos estableciemientos nocturnos, no hayan logrado mantenerse y que las condiciones económicas para las orquestas sean cada vez menos favorables.

Esto no quiere decir que Bogotá haya dejado de ser salsera, pues artistas internacionales como Cano Estremera, Luisito Carrión, Bobby Valentín, Roberto Roena o Rubén Blades la han visitado en tiempos recientes. Así mismo los sitios tradicionales como Salomé Pagana, Quiebracanto, Galería Café Libo y Salsa Camará llevan ya varios lustros de actividad sorteando dificultades y en el sur otro tipo de establecimientos toman auge, aunque allí se  impulsa más la presencia de “excantantes”, que actúan con pista, que la de orquestas locales. El Festival Salsa al Parque llegó a su edición número 14 y paradójicamente es hoy en día cuando más presencia tienen las orquestas jovenes. Los bailarines por su parte se mantienen en constante actividad e incluso las representanciones bogotanas han alcanzado importantes figuraciones en concursos internacionales y por último hay también una nueva generación de blogs y páginas, aunque en ellos ya poca referencia se hace a las orquestas locales y es la salsa romántica proveniente de otras ciudades la que ocupa el lugar de privilegio. Excepción hay que hacer de nuestracosabogotana, un blog creado por el escritor e investigador Fernando España, y de salsabogota de Ricardo Ochoa,  el pionero de estos blogs, que al parecer son hoy en día el único canal virtual escrito que dedica espacio a la salsa de la capital.

¿Cuál será entonces el camino que deberán tomar las orquestas bogotanas para lograr consolidar un movimiento fuerte?.  ¿Cómo lograr que el público bogotano sienta como propias estas orquestas?, ¿Cómo hacer viable económicamente la actividad de las orquestas y lograr mejores condiciones para los músicos que las integran? ¿O será que el movimiento salsero bogotano fue una simple ilusión, que únicamente tuvo fuerza para lograr el repunte de una orquesta?. Quedan planteados estos interrogantes con la idea de abrir el debate, conocer opiniones, posiciones y estimular la búsqueda de posibles soluciones.




domingo, 15 de enero de 2012

ANALISIS - 2011, ¿AÑO DE UNA NUEVA SALSA COLOMBIANA?



Salsa Global
Sala de Redacción
Bogotá, Colombia
 La Nueva Salsa Colombiana
supera a la puertorriqueña...


Ángel Quintero
Agosto 2011

Entre el murmullo ya se escucha hablar del surgimiento de la Nueva Salsa Caleña, así como hace un lustro se conversaba sobre el movimiento de orquestas bogotanas, un auge peregrino que encendió las alertas en la Capital Mundial de la Salsa, sin tener Cali como responder en el momento con algo generacional "que valiera la pena". Cosa que si hizo sin aspavientos Medellín -siempre al margen de los debates salseros localistas y/o regionalistas- con la exposición de bandas conformadas por músicos de una nueva generación como la capitalina de mitad de la década anterior o la actual caleña de comienzo del presente decenio.

Todo ese preámbulo para enunciar qué, de un tiempo a hoy, germina una salsa colombiana "diferente" a la producida por sus pioneros, precursores y predecesores -leáse: Michi Sarmiento, Peregoyo, Fruko, Joe Madrid, Jairo Varela, Alexís Lozano. Joe Arroyo y otros-. Una salsa distinta también hasta en la manera de producirse y promocionarse. Una salsa renovada que en 2011 se dejó escuchar con mayor poder en emisoras digitales, blogs independientes y redes como Facebook, Reverbnation, Mayspace y You Tube. Una salsa con “un golpe distinto y diferente" al programado por la radio comercial o promocionado por la gran prensa y la televisión, medios siempre controlados por la “Vieja Industria” y expuestos a la desinformación, el desconocimiento, la desactualización, los intereses comerciales, los prejuicios y el miedo.

En la presente selección, aleatoria pese al número ordinal, se han escogido temas y agrupaciones significativos y significantes de una sonoridad contemporánea originada en la salsa clásica yuxtapuesta con ingredientes de salsa contemporánea, timba cubana, funk, rock, hip hop y los folclores de las costas colombianas combinados, mezclados o fusionados, de acuerdo al concepto estético y diseño sonoro de cada grupo musical o, en su defecto, al propuesto por sus líderes.

En absoluto, en ningún momento todos los cortes son de 2011, pero se han nominado por significar algo o, quizá, por la relevancia de la banda misma. Cabe advertir que no todas las elegidas son salseras cien por ciento. Además, no todas están fundadas en el reciente pasado. Es una elección, en nada homogénea, pero que a nuestro criterio posibilita la observancia de un fenómeno sonoro moderno y su debida contextualización. Un fenómeno musical, minoritario por ahora, que influirá con certeza sobre el baile de los fans y tendrá sus efectos en el mediano plazo, si es que ya no está afectando a las mismas comunidades que las han generado.

Aquí la muestra:


1. CALIBRE ORQUESTA:

La primera elegida es Calibre Orquesta, una agrupación caleña formada en 2006 por Froyber Maya, quién ha contado con el apoyo de los “discjockeys” de salsotecas alternativas, programadores de emisoras virtuales y culturales y blogueros independientes como los aglutinados bajo el techo SalsaRed. Desde 2009, Calibre cuenta en el “staf” con Alex Estela, un músico que generaría esa sonoridad de actualidad, un swing que evoca a la timba cubana y al Grupo Guaco, que posibilita incluirlo en este compilado. El tema Pa´ Los Muchachos es más que diciente.






ComScore


2. CALI CHARANGA:

De la Nueva Salsa Caleña, La Cali Charanga es la agrupación más antigua. Fundada en 1986 fue durante algo más de dos décadas una charanga de sonido tradicional hasta que hace un par de años, Julián Gil, hijo del fundador decidió renovar la nómina con el objeto de elaborar un sonido más contemporáneo influenciado por los avatares de la timba cubana.






ComScore


3. TOÑO BARRIO:

Del movimiento caleño Toño Barrio es la agrupación con el “groove” más “hipster”. Creada en 2006, la Toño se gestó sobre las sonoridades frescas de bandas de sonido “vanguardístico” como el Grupo Guaco de Venezuela al que le agregaban una aptitud rockera, un golpe funkeado y acentos del afropacífico. Actualmente tiene a Bogotá como su centro de ensayos, presentaciones, circulación y promoción. Interesante propuesta.







4. NG LEBRON:

Es otra agrupación de la Nueva Salsa Caleña, pero la única con un legado neoyorquino y neoyorricano de raíz. El nombre Lebrón no es en vano, cuatro de los integrantes son descendientes directos de los músicos fundadores de los legendarios Lebrón Brothers, acumulado histórico que la banda preserva durante sus presentaciones y grabaciones y que enriquece con lo moderno y actual de las nuevas propuestas. Ng Lebrón sabe a Cali York pero su norte es otro.






5. JIMMY SAA:

Después de prestar sus servicios como percusionista al Grupo Niche, en 2003 Jimmy Saa se lanzó como solista presentando su primer trabajo discográfico donde combinaba la llamaba salsa de "marea" con tintes románticos y sociales con el folclore del pacífico que mostraba el derrotero que desarrollaría. Saa, nacido en Buenaventura pero asentado en Cali, es un cantante con carisma que ya está modelando un lugar en la historia de la música bailable colombiana, aunque cierto sentimentalismo baladí de su obra atenta para el disfrute pleno de un cocido que podría ser más interesante aún.






ComScore


6. INTEGRACION CASANOVA:

La agrupación, o grupo caleño, del chocoano Yeisón Ibarguen fue la sensación de fin de año en el suroccidente colombiano, gracias a La Tusa, una pieza sencilla, minimalista si se quiere, un tumbaito sabroso y de contenidos jocosos con sarcasmo social, que a los salseros de corte moderno -especialmente a los consumidores de timba- atrajo con gusto. La Tusa es un tema alegre difícil de catalogar ya que combina capas de reguetón, salsa choke, salsatón, timba y afropacifico. En el fondo quisiera escucharse una marimba de chonta, que por cierto se insinúa con gracia.






ComScore


7. BARAKUTANGA ORQUESTA:

Barakutanga es una agrupación bogotana fundada en 2010 por Jorge Garzón, un enamorado de la modernidad rítmica cubana tanto que su banda podría ser la primera orquesta criolla en usar los parámetros del songo a cabalidad, consecuencia de su experiencia con grupos de tipología semejante en el Perú y la presencia de personal cubano en la conformación. Se espera que en tarima supere las expectativas de esta reseña.






ComScore


9. LA REPUBLICA:

La República es una banda que surgió en 2002 -en Medellín- del encuentro de músicos provenientes de agrupaciones de salsa y jazz latino, que pronto entendieron del talento de Juan Diego Valencia, quienes en labor cooperativa han generado una propuesta extraordinaria que fusiona con atrevimiento y sin riesgo alguno a la salsa con el merengue, la chirimía, la cumbia, el porro, la timba cubana, el jazz latino, el funk y el rock. La República es parte de una organización artística que trabaja sin complejo alguno y con ingredientes a millón de irreverencia, independencia y creatividad.






ComScore


9. ENCLAVE LATINO:

Enclave Latino es una agrupación bogotana fundada en 2000 por Camilo Suárez -un bajista formado en los Estados Unidos- y dirigida por Edilberto Liévano -un veterano trombonista- que ha logrado combinar la salsa y el jazz latino con dosis de esos ritmos, sonoridades y prácticas que están en el ambiente de hoy. De las bandas de esta selección digamos que es la más salsera en el sentido estricto de la palabra y el concepto. ¿Podría estar nominada en un apartado como esté La Conmoción?






ComScore


10. LA 33 ORQUESTA:

La 33 es la menos vanguardista, moderna y contemporánea de las agrupaciones nominadas, incluso es la más retro y, quizá, "la antitécnica", pero es la más famosa, la que más vende, la que mas cobra, la que más viaja, la que cuenta con mas seguidores, la que más trabaja, la que más se entrega, la más organizada, la más solicitada y es la más odiada pero es también la más querida. Todo depende del cristal por donde se mire su trayectoria y realizaciones. Es la banda colombiana más “hipster” y, quizá, del mundo, con el sonido más neoyorquino de los tiempos del boogaloo, así los nostálgicos de los sesenta caprichosos no "quieran" reconocerlo. Pese a todo, a su sonido retro, es la agrupación que abrió la brecha y es bogotana, más que colombiana.






ComScore


11. REAL ACADEMIA DEL SONIDO:

De todas las bandas mencionadas, La Real Academia del Sonido es la más iconoclasta tanto que es la única que no toca salsa, jazz latino, timba, salsatón o cosa parecida sino todo lo contrario. Es un colectivo sonoro que apoya la piratería, el libre intercambio de información y las propuestas de derechos de autor impulsadas por Creative Commons. Tuvo una intensa actividad durante las movilizaciones de los estudiantes colombianos en contra de la reforma de la Ley 30. Es una banda “hispter”, que en tan solo 5 meses, “gracias a su trabajo duro, su mensaje honesto y su calidad musical”, a su autogestión e independencia, contrariando al modelo mercantilista de la industria musical tradicional, ha logrado posicionarse en más de tres mil seguidores topados en las redes sociales, quienes han generado más de 16.000 vistas a sus dos videoclips.






ComScore


12. BARRIO 8:

Ojala el fugaz paso de Barrio 8 por la escena bogotana sólo sea eso. Ojala se pueda escuchar nuevamente, por que lo poco que grabó, de verdad, es bueno. Pareciera que la banda "cachacosteña" de Fabricio sólo se creo para dejar ese maravilloso Oye Rumbero con el que los tamboreros colombianos se asociaron a los históricos del Caribe para gestar nuevas prácticas gozosas desde la Colombia que se descubre al son de tambores, pregones y vientos.







Nota: Quedarían otras agrupaciones por incluir en este listado, como La Conmoción, La Real Charanga, Calambuco, Mambo Big Band, Sexteto Latino Moderno, Siguarajazz, Sounare, Clandeskina, Charanga La Contundencia, ... pero sobre ellas se volverá bajo una conceptualización "más tradicionalista", si se quiere.